La roseta es una de las firmas más importantes y representativas del trabajo de un guitarrero artesano. La fabricación de una roseta es un proceso largo y laborioso, pero una vez completado, confiere a una guitarra clásica su propio carácter y resulta tan llamativa como elegante.

Existen varias maneras de hacer una roseta, casi tantas como luthieres ya que cada uno de nosotros tiene una manera de trabajar y toma unas decisiones estéticas diferentes. Entre las más conocidas, son las hechas de una pieza de madera, de varias piezas planas combinadas entre sí haciendo mosaicos irregulares, de láminas concéntricas o las más conocidas que son las de mosaicos regulares, muy típicas de la guitara española tradicional.

En mi caso, la roseta está hecha de láminas de madera, encoladas entre sí de forma concéntrica. Combinando madeiras de colores y texturas diferentes consigo hacer un cilindro del que puedo extraer entre 5 y 7 rosetas exactamente iguales.

Ponerme a hacer una roseta implica una toma de decisiones y planificación estética muy profunda ya que mi intención es conseguir una roseta casi minimalista que pueda decorar las tapas de mis guitarras clásicas. Es muy importante que esta roseta combine perfectamente con la perfilería para conseguir un conjunto estéticamente equilibrado, agradable y elegante.

El cilindro lo voy "fileteando" poco a poco para sacar una roseta cada vez que quiero hacer una tapa nueva. El proceso para instalar la roseta consiste en hacer un rebaje en la madera de la tapa en el que esta pieza decorativa va a encajar perfectamente. Una vez encolada, se elimina el sobrante dejándola a nivel con el resto de la tapa.

Supongo que en este momento estarás pensando, ¿y si quiero hacer una guitarra clásica a medida? ¿puedo encargar mi propio diseño?

Por supuesto que si, si quieres encargar un instrumento personalizado y tienes una idea para la roseta, podemos trabajar para, conjuntamente, crear un diseño nuevo, que encaje con lo que te gusta y pueda también adecuarse a mi estilo de construcción de la guitarra clásica.

Como dice la frase hecha "sobre gustos no hay nada escrito".